sábado, 22 de diciembre de 2012

Ubuntu: un cuento de Navidad

No es extraño que celebremos la Navidad, la fiesta de la luz, justo cuando más oscuro es el día y larga es la noche en el año. Lo mismo pasa con la Pascua de Resurrección que coincide con el inicio de la primavera y la fiesta de Pentecostés que se celebra en lo más álgido de esta estación. Este es fruto de la costumbre y tradición de Roma de asimilar y hacer propias todas las fiestas y ritos de los pueblos conquistados, de los cuales la gran mayoría coincidía con un calendario adaptado a los ciclos del Sol y la Luna y a los ritmos de una sociedad agrícola-ganadera. En los albores de la iglesia está asimiló sus celebraciones principales con dicho calendario.

Sin embargo hoy en día, en la sociedad actual alienada por la cultura dominante del neocapitalismo, el consumo desenfrenado y la panacea de la ciencia y la tecnología sobre todos los demás aspectos de la vida. Nos encontramos con que muchas personas sólo se quedan en las luces de colorines y en la superficialidad de la fiesta pasando de Homo sapiens (sapiens) a Homo consumista (stupidus).

Otras muchas se dejan arrastrar por las presiones de ciertos grupos que apoyándose en la idea de la libertad, lo que en realidad pretenden es castrar a la persona, reduciéndola a una dimensión corporal-material o a lo sumo mental-psicológica pero fácilmente manipulable. Olvidando adrede el cultivo de la faceta espiritual, independientemente del sesgo de esta (espiritualidad humanista, filosófica) y ya no digo nada si esta espiritualidad tiene un componente religioso (budista, induista, manituista,...) y la guinda si esta es monoteísta (judaísmo, mahometana o cristiana en sus distintas afecciones). De esta manera pretenden estandarizar al ser humano y reducirlo a aquellos pobres que en la novela de “Un mundo feliz” iban atontados pidiendo soma.

Además nos vemos envueltos en polémicas acerca de como debe ser una felicitación de una institución pública y que representa a todos, que favorecen este caldo de cultivo, nada aportan, y mucho despistan.

También por el otro lado, en mi humilde opinión, se pierde el norte y algunos están más preocupados en discernir la presencia o ausencia, y el origen y número de ciertas figuras secundarias que en vez de centrar el mensaje en la idea principal. Que es la venida del Hijo de Dios para ayudarnos a descubrir el camino a la perfección y mejora como personas.

La tira de Oroz - Diario de Navarra - 23-12-2012

Recientemente y vía virtual me llego este cuento que deseo compartir y que posiblemente nos ayude a crecer como personas.

Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana, puso una canasta llena de frutas y les dijo que aquel que llegará primero ganaría todas las frutas. Cuando dio la señal todos los niños se cogieron de las manos y echaron a correr juntos, después se sentaron todos y disfrutaron del premio. Cuando les pregunto por qué habían corrido así si uno sólo podía haber ganado el premio. Ellos le contestaron UBUNTU. ¿Cómo uno de ellos podría ser feliz si todos los demás estaban tristes?.

Ubuntu quiere decir en la cultura Xhosa “Yo soy porque nosotros somos”.

El misionero franciscano Jorge Bender, en su libro “África no me necesita: yo necesito de África“, explica dicho término. El cual se puede traducir como: una persona se hace humana a través del resto de las personas. Una persona con ubuntu es aquella que se alegra cuando otra es buena en algo, tiene una destreza, porque piensan que todos se benefician con esto. Todos son más.

En muchas tribus piensan que cada persona decrece cuando hay otras que son oprimidas, humilladas, menospreciadas.

Ojala nos contagiemos todos de este concepto y modo de pensar para superar el individualismo en que vivimos.

¡Feliz Navidad a todos!

Nota: Ubuntu, y no casualmente, también es el nombre de un sistema operativo libre.

Nota: Publicado el 04-01-2013.





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