He de decirles que me he tenido que pellizcar un par de veces para
comprobar que estaba bien despierto y que lo que leía no era fruto de
una pesadilla de las bochornosas celebraciones de Halloween que abundan
estos días. Aunque por otro lado me siento cuan convidado de piedra
esperando que estas palabras sean publicadas en replica y puntualización
al artículo “Los tiempos que vivimos”, publicado el pasado sábado en
estas páginas y firmado por Roberto Jiménez*.
Dicen que la ignorancia es atrevida la suya raya la audacia. Si bien
es cierto que la ciudadanía estamos indignados por el desengaño, la
decepción y la frustración provocada por la crisis (no solo económica,
sino de valores y modelos fruto de la muerte de las utopías) que se
refleja en las tensiones territoriales y en la corrupción generalizada y
cuyas causas intenta mal resumir. No sé si fruto de su falta de rigor, o
de su poco memoria, o de la dureza de su rostro o de la confianza en
que los que tuvieron alguna vez sentido crítico ya están con principios
de Alzheimer y no pueden rebatirle y el resto lo haya perdido gracias a
los modelos educativos propuestos por su formación, menos mal que
algunos tuvimos la suerte de iniciarnos en el sistema antiguo y sufrir
el cambio a la EGB y BUP y nuestros maestros supieron estar a la altura y
dotarnos de nociones de espíritu crítico y de memoria, para que nos
acompañasen siempre y no fuéramos aborregados y adoctrinados por unos y
por otros. Y fruto de nuestras experiencias vitales ver mundo y tener
capacidad de contraste.
La crisis económica es fruto de la especulación capitalista, pero no
por falta de elementos reguladores, que haberlos los había (bien
presumía –cierto presidente- de ellos ante el G20) sino porque estos se
supeditaron al poder ejecutivo y no cumplieron su función durante
legislaturas de uno y otro signo. Ver hemerotecas y declaraciones
bochornosas.
La respuesta de restricción al gasto púbico, por desgracia para los
ciudadanos, no podía ser otra. Ya que como bien sabemos los ciudadanos y
en propia carne no se puede gastar más de lo que se tiene o se puede
pagar, de lo contrario te embargan, desahucian, etc. Sobre todo si
quienes toman las decisiones en los bancos y cajas les gusta no hacer su
trabajo pero cobrar dietas por duplicado y triplicado, a la vez que
promover obras de escaso interés social y adjudicarlas de muy dudosa
manera. Y permitir que algunos afortunados no paguen a hacienda cuando y
cuanto deben. Y ser incapaces de dejar de subirse el sueldo y aumentar
el número de cargos públicos para su propio beneficio acaparando sillas,
funciones y remuneraciones.
La burbuja inmobiliaria y la falta de anticipación se deben a la
cortedad de miras de nuestros ejecutivos de muy diversos signos, incluso
en “ménage à trois”, lo que provocó que llegado el momento aumentara el
desempleo y la loca y desesperada carrera por la competitividad,
centrada en abaratar costes y no en invertir porque ni había dinero para
ello (lo habíamos derrochado), ni se había estudiado con antelación y
tranquilidad los múltiples factores a retocar para mejorar la
competitividad y en el sálvense quien pueda hemos recurrido a lo fácil y
con nula visión de conjunto y proyección de futuro. Algo muy habitual
en la idiosincrasia e historia del país. Para sonrojo y vergüenza de la
clase política.
Indigna que apele a la pobreza, a la infancia y a la conciencia
social. Y que se meta en el vericueto soberanista provocado en gran
medida por su partido, por la falta de modelo de estado, por temor a
definirse ante la ciudadanía y perder votos, por permitir y dar alas a
una modificación de estatuto que estaba en espera de sentencia de
constitucionalidad, por su incapacidad de tender puentes por no querer y
peor no saber negociar con el diferente.
Y lo mejor lo deja para el final mentar la corrupción quien nos ha
enseñado a deletrearla con el caso del hermanísimo (Juan Guerra), la
vergüenza nacional del caso GAL y su misterioso Sr. X, la ingeniería
financiera de Filesa, se atreve a hablar de mafia cuando algunos mal
llamados líderes sindicales son hermanos pequeños de Toni Soprano, sin
olvidar que cuando se tiene la tentación de manipular se cae en la
corrupción, e incluso en la traición (sr. Y del caso Faisán). Todo esto
no hace sino hacer menos malos a los otros con sus Gürtel, operación
Púnica, y demás escándalos que no entran por espacio.
La dignidad de ser representante público se gana con la honradez y el
abandono de la mediocridad en la que algunos por falta de capacidad
están instalados y perpetuados. Sí hay esperanza y sí hay solución,
empezando porque se devuelva todo lo mal adquirido y “robado”, paguen
sus acciones si son punibles y delictivas, y los mediocres se busquen
ocupaciones acordes a sus capacidades y competencias y dejan paso a los
medianos que quieran trabajar por construir una sociedad más
equilibrada, con menos brechas. Y desde luego que no se falte en el día
de los difuntos a la memoria de aquellos que lucharon por todo esto. Por
eso yo le convido, porque “no hay plazo que no se cumpla ni deuda que
no se pague”.
Nota: Publicado en el Diario de Navarra el 04-11-2014.
* Secretario de Emigración del PSOE. Y sigue sin aprender.
Jesús for presidente del gobierno de España!!!!!!
Me ha gustado mucho!!!!
AC
Con tu permiso he quitado alguna expresión, pero que no desvirtúa para nada el contenido. Ya sabemos que procuramos dar opción a respuestas en el mismo sentido.
LC
* Secretario de Emigración del PSOE. Y sigue sin aprender.
Jesús for presidente del gobierno de España!!!!!!
Me ha gustado mucho!!!!
AC
Con tu permiso he quitado alguna expresión, pero que no desvirtúa para nada el contenido. Ya sabemos que procuramos dar opción a respuestas en el mismo sentido.
LC
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