Estamos
en esa época del año en donde la serpiente multicolor comienza a recorrer las
carreteras y seguimos a los Valverde, Contador, Quintana y Froome. Mientras en
los circuitos las motos y los bólidos afinan su puesta a punto, huele a
neumáticos y combustible quemado y nos preguntamos si este año, por fin, Alonso
podrá hacer algo, y hablamos con los amigos si Márquez, Rossi, Pedrosa, Lorenzo
o Viñales se llevaran el mundial.
En
las dehesas los ganaderos realizan las tientas, estudian sus “quinqueños” para
cuadrar los lotes y ofrecérselos a los empresarios y estos negocian con los
apoderados los carteles de la temporada taurina. Los maestros se ejercitan con
toreo de salón y capeas cerradas en donde practicar. Y no pueden faltar los
colectivos antitaurinos calentando el ambiente.
Dentro
de este conglomerado antitaurino podemos distinguir varios subgrupos o “mareas”,
los antiaurinos en sentido estricto (no les gustan los toros), los animalistas
(no quieren ningún maltrato animal), una variante de estos son los ecologistas (que no saben que el toro de lidia
es una raza que se habría extinguido sin las corridas), los antiespañolistas
(odian todo lo español y confunden las corridas con la españolidad, además son
ignorantes pues el culto al toro viene desde la antigüedad cuando aún no
existían los estados, ni las naciones), los antisistema (se apuntan a todo
aquello que pueda hacer ruido para sacar tajada) y los despistados (aquellos
que se dejan llevar). Pero todos tienen en común el eliminar los espectáculos
taurinos en general.
No
distinguen, confunden y meten en el mismo saco las corridas con otros
espectáculos, algunos de los cuales son tradiciones y otros han ido degenerando
por masificación e ignorancia, y hasta a los mismos taurinos les desagradan y
repudian. También meten en el mismo saco los toros, y sus variantes, con otras
costumbres algo más primitivas como el despeñe de una cabra o el coger patos
por sus cabezas, etc..
Sobre
las tradiciones y costumbres los foráneos nada tienen que decir, pues en cada
localidad tenemos las nuestras y forman parte de nuestro acervo. En eso en
Pamplona lo tenemos bastante claro con el Encierro. A unos les gusta, a otros
no, pero sabemos sus normas y nos gustan que se sigan. Lo único que podemos
hacer es darlas a conocer para que se respeten y sancionar a todos aquellos que
no las cumplan, que cada vez son más.
En
cuanto a las corridas, para unos es un espectáculo, para otros tradición y para
otros arte y/o una mezcla de todas. Como espectáculo cada cual es muy libre de
asistir. A mucha gente no les gusta la ópera o el futbol y no por ello hacen
beligerantes campañas antifutbol o antiópera. Como tradición lo dicho
anteriormente, en Nueva Guinea se comen los insectos y se tiran de torres de
juncos en un ancestral “puenting”, no voy a impedírselo, ni soy quien para
prohibírselo. En cuanto al arte, es un concepto muy subjetivo. Hablaba hace unos
años con un director de cine y coincidíamos en que el arte es algo (una
manifestación, expresión o representación pictórica, musical, visual, escrita,
oral, etc.) que brota del interior de alguien y que basta que emocione a otro
para que se entienda como tal. Por ello hay cine espectáculo o de
entretenimiento y cine arte.
De
ahí que unos toreros transmitan más que otros y que unos sean técnicamente muy
buenos pero no conecten con el público y otros al contrario. El verdadero
maestro, en cualquier faceta, es aquel que domina la técnica y además logra
hacer vibrar al otro. Y esto último es subjetivo, aunque obviamente se puede
aprender y cultivar. Y desde luego respetar, al margen de que guste o no.
Pero
los antitaurinos son activistas, en general bastante provocadores y muchos de
ellos llegan a la beligerancia, de tal manera que este año es muy posible y que volvamos a asistir al linchamiento de
menores de edad gravemente enfermos que son perseguidos porque les gustan las
corridas. O insultar y perseguir socialmente a familiares de toreros muertos
ejerciendo su trabajo y vilipendiar al difunto, y cosas por el estilo, de
bastante mal gusto y falta de educación.
Recientemente
en prensa se han publicado cartas, llamando a la actuación. Deseamos que estas
actuaciones no sean violentas, ni irrespetuosas; que para eso ya tenemos la manifestación
presanferminera seminudista y aromatizada en cerveza y bebidas más fuertes y
que dentro de poco algún concejal con ganas de llamar la atención la propondrá
como hito en el programa de fiestas, antes que el Estruendo y tras suprimir el
Riau-Riau.
Mientras
los aficionados pacientemente esperando a renovar nuestro abono.
Nota: Publicado en Navarra información el 06-03-2017.
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